Crisis, crisis, crisis…
Hemos sido despojados de todos nuestros pequeños lujos, dañados en nuestro orgullo profesional y hemos perdido tantas cosas que parece que todo es negativo en nuestras vidas.
Pero mi madre siempre dice que hay que buscar el lado positivo de las cosas y aprender de nuestros errores. Pues esta crisis también tiene cosas positivas, estamos despertando de nuestro letargo poco a poco, estábamos tan cómodos que no nos preocupaba aprender cosas nuevas o ver lo que se hacía en el resto del mundo. Esto está cambiando y nos estamos dando cuenta de que tenemos talento y mucho. Las nuevas tecnologías y las redes sociales son parte importante de nuestros negocios. Ya no es necesario alquilar un local para enseñar nuestro producto ahora tenemos una ventana al mundo, Internet. La innovación es casi un departamento entero, seas una empresa grande o pequeña.
Con ilusión y mucho esfuerzo (esto es inevitable) alcanzaremos nuestras metas.
Crecemos en muchos campos pero yo me centraré en mis vagos conocimientos sobre moda y decoración, dos elementos que personalmente creo que van muy unidos y en los cuales hay muchísimo talento.
La crisis se ve reflejada en nuestros diseños, y ¡de qué manera! Materiales naturales, reciclados, ecológicos, nos importan las cosas bien hechas, cuidamos los detalles. Ya no vale cualquier cosa, el diseño se convierte en una forma de vida sin grandes extravagancias ni empresas faraónicas y con un mensaje claro: “la humildad”.
En interiorismo, por ejemplo, hemos pasado de gastarnos el dinero en muebles carísimos a reciclarlos y lavarle la cara con unos resultados realmente asombrosos. El cojín que me hizo mi abuela pasa de estar en el armario a tomar un lugar preferente en mi salón. Guirnaldas hechas por nosotros, botellas con flores o carteles con mensajes sugerentes, forman parte de nuestros hogares. Por fin valoramos lo que tenemos. La tendencia son casas prácticas y cómodas, casas para vivir, no para exhibir. Sin ninguna duda, si pedimos consejo a expertos los resultados te sorprenderán. Ellos mezclan estilos y colores con un conocimiento que muchos no tienen y cada vez más hay empresas que te realizan proyectos para reubicar todas tus cosas a muy buen precio.
Nos gastamos el dinero de forma más inteligente, compramos calidad a buen precio buscando básicos que nos durarán más de una temporada, aunque siempre soñaremos con tener un diseño de los grandes, porque ellos son y serán la referencia.
No solo compramos en grandes almacenes y en centros comerciales. En algunas tiendas, mercados, showrooms encontraremos diseños muy interesantes a precios igualmente interesantes. Buscamos sitios donde nos guste la estética del local y nos sintamos a gusto, incluso en algunos mercados tienen ofertas de ocio realmente atractivas: música, cócteles, arte y gastronomía hacen que ir de compras sea toda una experiencia.
Desde Hecho con Amor queremos que todo esto sea una realidad y que nuestra ciudad sea una de las más cosmopolitas y envidiadas de España. Sí, sabemos que se trata de proyecto muy ambicioso y que no solo depende de nosotros. Todo el mundo tiene que sumar: comerciantes, hosteleros, políticos y por supuesto, los emprendedores. Un proyecto en el que no valen excusas. Un proyecto que con ilusión y esfuerzo lograremos.
